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Transforma el recuerdo en realidad: entrenamiento olfativo

Cada día conocemos otro de los impactos del COVID-19 en la salud de las personas. Una vez superada la enfermedad, con mayor o menor gravedad, toca recuperarse al 100% de los efectos secundarios que pudieron derivar de esta. Hoy te traemos una solución.
La pérdida del olfato es una de las consecuencias que más escuchamos al hablar de COVID-19. Hay personas que lo pierden por completo durante la enfermedad pero después lo recuperan, otros que lo pierden unos días pero enseguida vuelve y, por desgracia, otros que no lo recuperan. Sea cual sea el caso, la capacidad olfativa nunca va a ser la misma, pero sí que puede mejorar.
En primer lugar, para contextualizar mejor el problema debemos llamarlo por su nombre: la hisposmia es la pérdida parcial del sentido, y la anosmia es la pérdida total. Hay que tener en cuenta también que la disminución de esta capacidad puede afectar a otros sentidos como el gusto (el olfato da un 80% del gusto) ¿Quién no se ha tapado la nariz cuando era un niño para comer esa comida que no le llegaba a gustar?
Después de delimitar el problema es momento de analizarlo y poner una solución. Según diversos estudios, el entrenamiento olfatorio es el tratamiento con mayores evidencias de éxito.
El proceso es sencillo, consiste en exponer a los pacientes a diferentes olores fuertes (limón, rosa, vinagre, canela…) durante al menos 20 segundos, un par de veces al día y a lo largo de por lo menos 3 meses (un otorrinolaringólogo será quien valorará cómo proceder).
Este tratamiento se basa en la capacidad cerebral para identificar los olores, almacenarlos y recordarlos. Es decir, lo que buscamos es recordar olores almacenados en nuestro cerebro, incluso apelando a las emociones. Y es que el olor a café por la mañana que significa hogar o el olor a mar son perfumes que no podemos olvidar.
Para terminar, es importante tener en cuenta la olfatometría, una prueba que debemos realizar antes, durante y después del tratamiento para valorar la capacidad olfativa del paciente y conocer su evolución.
En Lourido y Prado podemos ayudarte a recuperar una parte de tu olfato para que no tengas que renunciar a tus aromas favoritos. Además con nuestra combinación de otorrinolaringología y desarrollo emocional, haremos que el proceso esté lleno de motivación y positividad.