¿Qué es y para qué sirve el implante coclear? En ocasiones los audífonos no son una solución del todo eficaz para las personas que sufren cierto grado de sordera. Este tipo de implante va dirigido a las personas que padecen una hipoacusia severo-profunda que con el uso de audífonos no han alcanzado la amplificación suficiente para hacer una vida normal.

Este dispositivo electrónico se acopla mediante una cirugía y su función es transmitir a la cóclea las señales eléctricas, desencadenado así una sensación sonora. Está compuesto por dos partes, una externa y otra interna, conectadas por un imán. Mediante un micrófono capta la señal acústica y la transforma en una señal eléctrica que, mediante unos electrodos, se transmite al nervio coclear que a su vez hace que la señal llegue hasta el cerebro.

Para poder realizar el implante es necesaria una intervención que no entraña excesiva complejidad y que puede durar, aproximadamente, 3 horas. Tras la operación el paciente recibe el alta al día siguiente. Posteriormente comienza una fase de rehabilitación cuyo objetivo es que la persona intervenida pueda aprovechar al máximo su implante coclear. La adaptación se llevará a cabo con la supervisión de un logopeda que, en el caso de los adultos, buscará que reconozcan los patrones de habla. Si se trata de un niño controlará que se produzca el desarrollo del lenguaje de forma correcta y adecuada a la edad del menor.

Esta técnica permite que en casos de niños que nacen sordos, estos puedan escuchar los sonidos y aprender a hablar. Cuando se le coloca a una persona que ya sabía hablar, pero que ha perdido la audición, gracias al dispositivo coclear vuelve a ser un oyente.

En la actualidad la funcionalidad y estética de los implantes cocleares es mejor gracias a los avances tecnológicos. Tienen un tamaño más reducido, un diseño moderno y su método de codificación hace que sean compatibles con la realización de resonancias magnéticas.