¡Creemos una pirámide con los 4 constructos básicos de la autoestima! Abajo del todo encontramos la autoeficacia y la autoimagen, influyen directamente en el autorrefuerzo y después este en el autoconcepto. Pero lo cierto es que la interpretación se puede dar tanto de arriba abajo como de abajo a arriba.

Antes de explicarlo, hagamos un poco de memoria. La autoeficacia se basa en cómo resolvemos nuestra vida cotidiana. La autoimagen es nuestra visualización física y de nuestros órganos en su funcionalidad. El autorrefuerzo es cómo nos hablamos y cómo recibimos lo que nos dicen (es algo mental). Y el autoconcepto es el resultado del equilibrio de los otros tres, cómo nos caemos.

Cuando tenemos la autoimagen y la autoeficacia en buen estado, significará que generamos creencias propias positivas. Esto influirá de manera directa en el autorrefuerzo (nos sentimos orgullosos de nosotros mismos, nos hablamos bien…).

Por el contrario ¿qué ocurre si nos falla la autoeficacia y la autoimagen? En el caso de error en la autoeficacia (en el trabajo por ejemplo: no resolverlo) la incidencia sobre el autorrefuerzo será directa, derivará en frustración y en pensamientos de “no valgo” o “no se me da bien”. En el caso de la autoimagen será parecido, si no acepto mis condiciones físicas o mi estética y estoy siempre comparándome con lo que es ‘ideal’, voy a contribuir a instalar creencias limitantes sobre mí (no le gusto a nadie, soy feo…).

Para terminar también se puede dañar la autoeficacia y la autoimagen desde el autorrefuerzo o el autoconcepto. Por ejemplo si en un momento dado alguien me hace pensar que soy mala persona o se mete con mi físico, mis creencias o expectativas se pueden ver puestas en duda por mí mismo. Y es que también debemos tener en cuenta que las emociones son variables; cabe la posibilidad de que, pese a tener un buen equilibrio entre autoeficacia, autoimagen y autorrefuerzo, nos vengamos abajo por un período de tiempo.

Tener un buen nivel de autoconocimiento sobre nuestros valores creencias expectativas desarrollo emocional y experiencia vital, nos hará tener una mejor solidez en el conocimiento de nuestra autoestima.