12 de diciembre, día mundial de la disfagia ¿y sabes lo que es? En la entrada de hoy despejaremos todas tus dudas sobre esta enfermedad que sufren hasta 2 millones de españoles.

Antes de nada debemos conocer lo que es. La disfagia es un trastorno de la deglución, es decir, de los mecanismos de transporte de alimentos y secreciones desde la boca hasta el estómago. Existen tres fases: oral, faríngea y esofágica. Una de las acciones que determinan la fase en la que se encuentra el paciente es si los alimentos entran en la vía aérea superior.

Una vez aclarado lo que es, toca hablar de su diagnóstico. Las señales pueden ir desde dolor durante la deglución o episodios de tos en el momento de la ingesta, hasta la disfonía en voz ronca o dificultad en la masticación. Si tienes cualquier sospecha visítanos en Lourido y Prado para poder hacer un diagnóstico. Los otorrinolaringólogos nos valemos de diversas pruebas para identificar la disfagia: videonedoscopia (en la que se hace una valoración de la deglución), videofluroscopia de la deglución, valoración directa del esófago (esofagoscopia), manometrías…

Si ha sido diagnosticado es momento de tratarlo, para que el paciente esté bien nutrido e hidratado. El primer paso que debemos dar es el de adaptar la dieta: el volumen y la consistencia de los alimentos van a ser muy importantes (evitar dobles texturas o aumentar la densidad de los alimentos). Si los problemas son más graves debemos empezar a valorar otras posibilidades como la nutrición enteral, procedimientos quirúrgicos o la rehabilitación (aprender técnicas y maniobras para deglutir los alimentos).

Así que fíjate bien en los posibles síntomas… si tienes cualquier tipo de sospecha ponte en nuestras manos. Se estima que en España el 90% de las personas con disfagia no está diagnosticada, ¡no te la juegues!