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Faringitis, Laringitis y Amigdalitis: cuídate este otoño.
Llega el otoño, las lluvias, los cambios de temperatura y los virus se frotan las manos. Entramos en la estación del año en la que somos más propensos a sufrir infecciones virales y bacterianas. Todos hemos padecido alguna vez faringitis o laringitis de origen vírico o faringoamigdalitis provocadas por bacterias. Todas ellas son dolencias habituales en cuyo tratamiento muchas veces intervienen los Otorrinolaringólogos.
Cuando debes acudir al otorrinolaringólogo
La intervención de un especialista en otorrinolaringología en estos casos se produce cuando, una vez pasado el periodo habitual de duración de un proceso infeccioso, unas 2 semanas, se mantienen síntomas como el dolor o la dificultad para respirar, hablar o tragar o existe un crecimiento de los ganglios linfáticos del cuello.
No dejes de visitar a tu Otorrino si padeces una disfonía de más de dos semanas de duración para que pueda determinar el origen del problema mediante distintas exploraciones de la laringe.
Entre las patologías más habituales que afectan a la garganta se encuentran la laringitis y la faringitis. A continuación, os detallamos los principales síntomas, factores de riesgo y tratamiento de cada una de ellas:
Laringitis
Cuando nos referimos a la laringitis, hablamos de una inflamación de la mucosa laríngea que afecta a las cuerdas vocales. Se trata de un proceso inflamatorio de las vías respiratorias altas que afecta a la voz (disfonía), produce dolor al tragar (odinofagia) y en dificulta la repiración. Las más frecuentes son las víricas, siendo la laringitis catarral la más común de todas. Se recomienda un tratamiento sintomático a base de reposo vocal, antitérmicos, analgésicos e hidratación. El tabaco, el alcohol, el sobreesfuerzo vocal, el reflujo gastroesofágico o la contaminación son factores que pueden predisponer a padecer este tipo de dolencia. Cuando la causa de la laringitis es bacteriana, menos frecuente, será necesario el uso de antibióticos.
Faringitis
Causada por una inflamación de la faringe debido a una infección, principalmente, aunque también puede ser por causa alérgica, química o traumática. Constituyen una causa frecuente de consulta médica y la faringitis catarral provoca el dolor de garganta común. Entre los factores que pueden predisponer a esta patología se encuentran el frío, la polución, el ambiente seco o el estrés. Suele ser de inicio brusco, con predominio de sequedad y constricción faríngea, y, en ocasiones, sensación de quemazón, además de carraspeo. En casos graves puede haber fiebre o cefalea. El tratamiento más habitual, en el caso de ser vírica, es el reposo relativo con antiinflamatorios. Si se confirma la presencia bacteriana, se administrará antibiótico.
La amigdalitis aguda
Otra patología común que afecta a la garganta es la amigdalitis aguda, una inflamación aguda de las amígdalas palatinas cuyo origen habitual es infeccioso. Se trata de un proceso muy frecuente, sobre todo en la infancia, con un mayor pico de incidencia entre los 3 y los 15 años. Entre el 30 y el 40% de los casos son debidos a microorganismos bacterianos y más del 50% se deben a virus, que pueden, a su vez, favorecer una infección bacteriana. Entre los síntomas más importantes se encuentran la odinofagia, el malestar general, fiebre, cefalea, mialgias, artralgias, náuseas o vómitos, entre otros. El tratamiento será sintomático al igual que en las anteriores y, en caso de que exista origen bacteriano, antibióticos.
Cómo prevenir las infecciones de garganta
Existen una serie de cuidados que pueden contribuir a reducir los factores de riesgo que predisponen a sufrir algunas de las patologías más habituales de la garganta y que, por tanto, sirven como medidas de prevención. Entre ellas se encuentran:
- Seguimiento de una dieta sana y equilibrada
- No fumar
- Abundante hidratación
- Medidas de higiene adecuadas
- Evitar el alcohol
- Procurar un buen descanso
- No automedicarse
- Evitar el estrés